Indepedentismo catalão mais forte que nunca

 

A Catalunha celebra hoje seu grande dia no ambiente mais indepedentista dos últimos anos e pendente de importantes mudanças econômicas.

Muitos catalãos aproveitam tradicionalmente os 11 de setembro, festa oficial da Catalunha, para expressar seus desejos indepedentistas ou soberanistas. Não é casualidade, já que a derrota do povo catalão nesse dia no ano de 1714 foi o começo de sua perda de direitos e soberania dentro do território espanhol.

No entanto, esse ano a Diada (nome da festa) está especialmente marcada pelo indepedentismo. E não é unicamente pela multidão de bandeiras e proclamações desse tipo que acontecem em todos os municipios do território, mas também nas instituições políticas regionais. O próprio presidente da Generalitat da Catalunha, apoiou oficialmente a marcha indepedentista anunciada para esta tarde em Barcelona e organizada pela plataforma Assembleia Nacional Catalã. precisamente nesstes meses há no governo e no parlamento catalão mais coesão da que seria possível imaginar uns anos atrás. O elemento unificador é a luta do presidente Mas para obter um novo pacto fiscal com o governo espanhol, medida apresentada para superar a crise.

O governo nacionalista conservador catalão, que recentemente foi obrigado a pedir um resgate econômico para a Espanha de mais de 5 bilhões de euros, soubbe atrair grande parte da oposição e do povo com uma jogada político-econômica que retoma ademais uma antiga exigência soberanista: um pacto fiscal que conceda para a Catalunha autnomia total com seus impostos. Aprovada com um grande consenso no parlamento regional, os catalães poderão começar a ver que probabilidades reais tem a proposta no próximo dia 20, quando acontecerá a primeira reunião sobre o tema com o governo central. Aconteça o que acontecer e nas seguintes, grande parte da Catalunha seguirá lutando para obter mais soberania e, o que é mais importante, encontrar uma saída para uma crise que parece não ter fim.

RT

Cataluña celebra hoy su día grande en el ambiente más independentista de los últimos años y pendiente de importantes cambios económicos. Muchos catalanes aprovechan tradicionalmente el Once de Septiembre, fiesta oficial de la comunidad autónoma catalana, para expresar sus deseos independentistas o soberanistas. Y no es casualidad, ya que la derrota infligida al pueblo catalán ese día en 1714 fue el principio de su pérdida de soberanía y derechos dentro del territorio español. Sin embargo, este año la ‘Diada’, nombre popular de la fiesta, está especialmente teñida de independentismo. Y no se siente únicamente en la multitud de banderas y proclamas de este corte que abarrotan los balcones en casi todos los municipios del territorio, sino también en las instituciones políticas regionales. El propio presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha apoyado en su discurso oficial la marcha independentista anunciada para esta tarde en Barcelona y organizada por la plataforma Asamblea Nacional Catalana. A la manifestación, que se congregará bajo el lema ‘Cataluña, nuevo Estado de Europa’, asistirán numerosos miembros del gobierno catalán. Precisamente estos meses hay en el gobierno y en el Parlamento de Cataluña más cohesión de la que hubiera sido posible imaginar hace unos años. El elemento unificador es el ‘órdago’ lanzado por el presidente Mas para obtener un nuevo pacto fiscal con el Gobierno central de España, medida que el catalán presenta como panacea para superar la crisis. El gobierno nacionalista conservador catalán, que recientemente se ha visto obligado a pedir un rescate económico a Madrid de más de 5000 millones de euros, ha sabido atraer a gran parte de la oposición y del pueblo catalán con una jugada político-económica que retoma además una antigua exigencia soberanista: un pacto fiscal que conceda a Cataluña total autonomía en la gestión de sus impuestos. Aprobada con gran consenso en el Parlamento regional, los catalanes podrán empezar a ver qué probabilidades reales tiene la propuesta el próximo día 20, cuando se celebre la primera reunión sobre el tema con el Gobierno central. Pase lo que pase en esa reunión y en las siguientes, gran parte de Cataluña, la comunidad más endeudada de toda España, seguirá luchando por obtener más soberanía y, lo que para muchos es más importante, por encontrar una salida a una crisis que ahoga a la población y parece no tener fin.

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